Terapia Transpersonal

La terapia transpersonal trata del estudio de los potenciales más elevados de la humanidad y del reconocimiento, comprensión y actualización de los estados de conciencia unitivos, espirituales y trascendentes (Lajoie y Shapiro, 1992).

El término transpersonal significa “más allá” o “a través” de lo personal, y se refiere a las experiencias, procesos y eventos que trascienden nuestra limitada sensación habitual d identidad y nos permiten experimentar una realidad mayor y más significativa (Daniels, 2008).

La terapia transpersonal tiene como objetivo principal comprender, describir e intervenir sobre los elementos espirituales que conforman al ser humano. Los objetivos específicos serían la definición y actuación sobre conceptos como las experiencias místicas o metafísicas y la conciencia de la propia muerte; la conexión con memoria pasadas, entre otros. Concretamente, la terapia transpersonal pretende (adaptado de Grof, 1986, 1994, 2000):

  • Contribuir al desarrollo integral del ser humano, en todas sus instancias.
  • Favorecer el autoconocimiento y los procesos de crecimiento y superación personal.
  • Desarrollar una conciencia y exploración de los niveles más profundos de la mente, inconscientes y desconocidos.
  • Superar las problemáticas del ego, así como los posibles traumas y consecuencias que estos dejan en nuestro ser y bloqueos emocionales, cognitivos y físicos.
  • Promocionar propuesta de sanación – conectando con el yo y el Niño interior -, Así como de superación de crisis espiritual.

Por tanto, la psicología y la terapia transpersonal es una propuesta de exploración le ampliar miras y de intervenir sobre aspectos que tal vez no habíamos considerado con anterioridad.

Las premisas.

Una de las primeras definiciones acerca de la terapia transpersonal afirma que ésta es el título dado a una fuerza que emerge en el campo de la psicología por obra de un grupo de psicólogos y de profesionales de otros campus, quienes se interesan en esas capacidades y potencialidades humanas últimas que no tienen lugar sistemático en una teoría positiva o conductista (primera fuerza), en la teoría psico analítica clásica (segunda fuerza) new la psicología humanista (tercera fuerza).

Esta emergente psicología transpersonal (cuarta fuerza) se ocupa específicamente del estudio científico empírico y de la implementación responsable de los descubrimientos pertinentes, re del devenir, las metas necesidades del individuo y de la especie, los valores últimos, la conciencia unitiva, las experiencias cumbre, los valores B, el éxtasis, la experiencia mística, el temor reverencial, el ser, la autorrealización, la esencia, la beatitud, el prodigio, el sentido último, la trascendencia del sí mismo, el espíritu, la conciencia cósmica, la sinergia del individuo y de la especie, el encuentro máximo interpersonal, la sacralización de la vida cotidiana, los fenómenos trascendentales, la auto ironía y el espíritu de juego cósmico, la máxima toma de conciencia personal, la capacidad de respuesta y expresión y conceptos, experiencias y actividades relacionadas con todo ello (Sutich, 1968).

Terapia transpersonal hace referencia a elementos o procesos que van más allá de lo personal, por tanto, que trascienden al ser humano. desde está si consideran básicamente dos tipos de elementos: a) el potencial y el desarrollo humano y b) la inteligencia espiritual y nuestro contacto con las experiencias místicas o religiosas.

Potencial y desarrollo humano transpersonal.

En relación al potencial y el desarrollo humano se contempla este considerando diferentes facetas de la persona, es decir, proponiendo intervenciones que abarquen el cuerpo, la mente, el espíritu y el inconsciente. Por tanto, se habla de programas integrales para mejorar nuestra vida en todos estos sentidos.

Los estados modificados de conciencia se definen como cualquier estado mental (…), que puede ser reconocido subjetivamente por el propio individuo (o por un observador objetivo) porque presenta una desviación suficiente, inglés experiencia subjetiva o funcionamiento psicológico coma de ciertas normas generales que funciona para la conciencia despierta, alerta, del individuo (Tart, 1979). Consideran la existencia de diferentes niveles de conciencia (Wilber, 1981), Como son el pre personal (Aquel en el que aún no se ha desarrollado la conciencia de ser, por ejemplo, en la etapa de primera infancia), el personal (con conciencia de ser humano único y diferenciado) Y el transpersonal (designa una comprensión general y global de uno/a como ser humano). Ninguna propuesta posterior aumenta estos niveles de conciencia a nueve, como son (Wilber, 1989):

  • Nivel 1. Sensorio motor (el que corresponde a las percepciones sensoriales y el desarrollo de la psicomotricidad y el movimiento).
  • Nivel 2. Emocional (engloba nuestras experiencias y sensaciones emocionales).
  • Nivel 3. Pre operacional.
  • Nivel 4. Racional y de operaciones concretas.
  • Nivel 5. Racional y de las operaciones formales.
  • Nivel 6. Visión lógica (corrigiendo así las propuestas de Jean Piaget Acerca de las operaciones del pensamiento y, por tanto, el área cognitiva).
  • Nivel 7. Psíquico (hace referencia a experiencias psíquicas de desarrollo y evolución).
  • Nivel 8. Sutil (toma de conciencia de diferentes elementos “invisibles”, conceptualizaciones luminosas y divinas).
  • Nivel 9. Causal (conexión con una fuerza mayor).

Los primeros seis niveles formarían parte del nivel de conciencia pre personal y personal (1, el 2 y 3 del primero y al 4, el 5 y el 6 del segundo).

Al margen de los estados de consciencia personal, destacan las aportaciones de C. Jung, que habla del inconsciente colectivo como aquel que no es de naturaleza individual sino universal, es decir, que en encontraste con la psique Individual tiene contenidos y modos de comportamiento que son (…) Los mismos en todas partes y en todos los individuos (Jung, 1970). Desde esta perspectiva existe un componente colectivo que trasciende al ser humano, que es innato y que, sin tener una percepción consciente de ello, nos condiciona.

  1. Grof (2000) habla de los estados holotrópico, siendo éstos la alteración de los estados de conciencia mediante diferentes técnicas de experimentación – vivenciales -, así como el uso de diferentes sustancias (por ejemplo, la ayahuasca). Los estados holotrópicos se generarían con la idea de llegar al nuestro inconsciente – libertándonos de traumas, emociones bloqueadas e incluso comprendiendo ciertos aspectos de nosotros/as mismos/as y nuestra realidad -, así como llegar a lo que denomina la experiencia cósmica. Este afirma que todos los seres humanos experimentan interés y curiosidad hacia los aspectos trascendentales y poder avanzar hacia el más allá.

La finalidad y los objetivos de la práctica psicoterapéutica se centran en la atención de las alteraciones, disfunciones y patologías que pueden presentarse como resultado del despertar de las energías e impulsos espirituales (Grof, 1986). Tal como señala este autor, es una disciplina que define problemáticas que pueden surgir en nuestros niveles de conciencia y que acaban en el desarrollo de crisis espiritual, como, por ejemplo, dificultades en nuestro proceso de integración y diferenciación. Esta crisis proviene de nuestro inconsciente para ser tratadas y evolucionar hacia un despertar de la conciencia de los niveles trascendentales. Se genera de forma súbita y requieren una resolución, lo cual definen como energías espirituales, lo que sería análogo a la fiebre para el cuerpo – alarma de que algo no funciona correctamente -.

Inteligencia espiritual y experiencias místicas.

Al tratar aspectos que trasciende al ser humano, centra su atención en la totalidad del mismo y la identidad suprema – sin nombre específico -. De hecho, hablan de una tendencia generalizada a la dualidad sujeto y objeto, lo que supone una visión limitada de la realidad frente a esa posibilidad d crecimiento espiritual.

En primer lugar, la mayoría de los autores representativos de esta disciplina diferencia entre espiritualidad y religión, centrándose en la primera como experiencia subjetiva. La espiritualidad está correlacionada o con forma la inteligencia espiritual, la cual se define como la inteligencia primordial; es la inteligencia que nos permite afrontar y resolver problemas de significados y valores, ver nuestra vida en un contexto más amplio y significativo y, al mismo tiempo, determinar qué acción o camino es más valioso para nuestra vida (Zohar y Marshall, 2002), y, asimismo, puntualizan que está presenta las siguientes características:

  • Capacidad de adaptabilidad y flexibilidad.
  • Reconocimiento y aceptación del dolor y el sufrimiento.
  • Un alto nivel de conciencia de uno/a mismo/a y de insight.
  • Capacidad de inspiración a partir de la intuición, las visiones y los propios valores.
  • Evitación a la hora de causar daños a otras personas u objetos de forma innecesaria.
  • Tendencia a ver relaciones y unidad entre las cosas, no simple causalidad.
  • Alta capacidad de cuestionamiento frente a cualquier situación.
  • Posibilidad y promoción de ir contra los convencionalismos.

La inteligencia espiritual presupone una serie de capacidades: transcendencia, experimentación de estados elevados de conciencia, encontrar sentido de lo sagrado en las actividades de la vida diaria, uso de recursos espirituales para resolver problemas y compromiso con una vida virtuosa en la que prevalezcan valores como el perdón, la gratitud, la humildad, la compasión y la sabiduría (Emmons, 2004).

Por último, los principios sobre los que se interviene basándose en el concepto de inteligencia espiritual son (Gallegos, 2007):

  • Es mejor el amor que el odio. El amor es real y benéfico coma es el vínculo sagrado que une a todos los seres, el amor vence al miedo punto seguido el odio es perjudicial.
  • Es mejor la verdad que la mentira. La verdad nos libera de la ignorancia, la mentira fortalece el ego y nos separa de los demás. La verdad vence a la falsedad.
  • Es mejor el bien que el mal. Es reconocer el valor de la bondad, con el mal sufrimiento y nos degradamos. El bien sea el mal.
  • Es mejor el conocimiento que la ignorancia. Conocer quiénes somos es mejor que ignorarlo. La ignorancia es la base del sufrimiento o la ofuscación.
  • Es mejor el equilibrio que los extremos. Es reconocer el valor de la armonía, la prudencia, la sensatez y la ecuanimidad. Los extremos son perturbadores y llevan a la desatención y a la tensión.
  • Es mejor dar que recibir. Dándonos a los demás podemos encontrarnos a nosotros mismos. Dar es una característica de nuestro ser universal.
  • Es mejor La Paz que la violencia. Es reconocer el orden interno que hace posible La Paz interna y externa como equilibrio en la conciencia espiritual.
  • Es mejor la atención que la desatención. La práctica de la atención nos permite conocer la realidad; la inteligencia espiritual está hecha de atención. La desatención, la inconsciencia y la pereza son la raíz del conflicto y la ignorancia.
  • Es mejor la felicidad que el sufrimiento. Es reconocer el valor de la felicidad, que nuestra naturaleza es: conciencia – verdad – felicidad. El sufrimiento no forma parte de nuestra naturaleza esencial coma es un agregado, una superposición punto seguido la felicidad es nuestro estado natural.
  • Somos seres espirituales. Nuestra verdadera naturaleza es espiritual.

La inteligencia espiritual nos predispone a experimentar lo que la psicología transpersonal de domina experiencia mística. Las experiencias místicas se caracterizan por (Walsh y Vaughman, 1993); la sensación de ser experiencias indescriptibles, percepción de lucidez y comprensión aumentadas, dimensiones espacio y tiempo distorsionadas, afecto y emociones positivas y agradables y apreciación de integración con el universo.

Tal como señala S. Grof (2000) Acerca de los estados holotrópicos, estos también producen este tipo de experiencia, pudiéndose generar mediante técnicas activas y pasivas, individuales o colectivas e inducidas por métodos naturales o sustancias, lo cual contemplaría prácticas tan variadas como la meditación, el ayuno, la privación sensorial o la alteración del ritmo de la respiración. A. Maslow (1964, 1979) la denominaba experiencias cumbre, lo que llevará a la persona a sentirse auto realizada.

De la experimentación de S. Grof (1975) con sustancias como el LSD, concluyó que éstas generarán cuatro tipos de experiencia cómo son las estéticas o sensoriales, las psicodinámicas o biográficas (las que conlleva catarsis o abreacciones), Las experiencias perinatales (que nos devuelven a revivir nuestro nacimiento y afrontar nuestra futura muerte), y transpersonales (ir más allá de la conciencia, el ego, el tiempo y el espacio). Denomina a estas experiencias la cartografía de la mente humana.

Dentro de la psicología transpersonal hay tantas propuestas como autores, Dentro de cada una de éstas modelos de personalidad, de desarrollo y de transcendencia.

Descripción técnica terapia transpersonal.

La terapia transpersonal se desarrolla a partir de una serie de fases que responden a la conceptualización anterior (Martínez, 2015):

  • Fase 1. Reconocimiento de la propiedad identidad y el lego, así como delimitar los mecanismos de defensa desadaptativos, componentes del inconsciente y emociones bloqueadas o reprimida. En este sentido es un proceso de autoconocimiento.
  • Fase 2. Reprogramación, lo cual supone establecer una serie de tareas para el crecimiento y la superación personal.
  • Fase 3. Camino hacia la espiritual o la esencia, buscando que métodos y medios son los más óptimos para superar nuestras crisis y/o emergencias espirituales y llegar a esas experiencias cumbre o místicas.

Se considera que se tiene que abordar la totalidad del ser humano, de ahí las propuestas en diferentes áreas (Martínez, 2015):

  1. Física: alimentación saludable y ejercicio físico.
  2. Emocional: manejo y regulación emocional para llegar a la paz interior.
  3. Social: fomento de las relaciones saludables y evitar la dependencia y el apego.
  4. Mental: pensamiento flexible y adaptado.
  5. Espiritual: expansión de los niveles de conciencia.

Ken Wilber y cols. (2010) realizaban una propuesta integradora, el plan de vida integral, que incluye estos diferentes aspectos, así como técnicas para aplicar en cada una de éstas, hola psicosíntesis de Roberto Assaglioli (2004), que también propone una intervención integral.

El PIV (Plan de vida integral) (Ken Wilber y cols. 2010) es un programa inclusivo de intervención en diferentes niveles y dimensiones del desarrollo humano, distribuido en cuatro módulos principales, como son: el cuerpo, la mente, el espíritu y la sombra. Esto cuatro módulos se pueden ampliar, integrando aspectos como la ética o la sexualidad. Plantea diferentes prácticas para cada módulo:

  1. Módulo cuerpo: nutrición, ejercicio físico, tai chi,qi gong, Yoga o el trabajo de los tres cuerpos (Similar a las técnicas de psicoterapia corporal).
  2. Módulo mente: entrenamiento mental y reestructurar la forma de pensar.
  3. Módulo espiritual: zen, meditación, práctica de la compasión o el estudio de la cábala.
  4. módulo de la sombra: psicoterapia, trabajo con sueños, músico o arte terapia, entre otros.

Por tanto, como su nombre indica, se trata de mejorar diferentes aspectos de nuestra vida, de ahí la denominación de integral y vital.

La psicosíntesis Parte de la consideración de una evolución dinámica y creativa a la que se ve sujeto el ser humano que implica un superconsciente –  Elemento que recoge los valores superiores de las personas – y el inconsciente colectivo, en la línea que describía C. Jung (1970). Así, proponía un mapa de las psique Humana compuesto por el inconsciente inferior, el medio y el superior (súperconsciente), un campo de conciencia, un yo consciente, un yo o sí mismo superior y el inconsciente colectivo. Terapia Transpersonal.

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